Es bien sabido que el uso de la tecnología ha cambiado nuestro modo de vida y de relacionarnos con los otros, incluso ha llegado a construir nuevas formas en las que vivimos nuestra sexualidad. Un claro ejemplo es el sexting, una práctica erótica que ha sido estigmatizada por los riesgos que conlleva, y también por su relación con la sexualidad y el cuerpo.
De acuerdo con Fundación UNAM (2017), la palabra sexting proviene del término en inglés “sex” (sexo) y “texting” (envío de mensajes a través de dispositivos móviles). Lo que anteriormente sólo se limitaba a mensajes con contenido sexual, hoy en día implica el intercambio de mensajes, fotografías o vídeos en poses eróticas o desnudos a través de las redes sociales.
El sexting es un estímulo que incita al deseo, es un juego erótico que despierta fantasías y puede ser utilizado como una forma de seducción. Valentina Arias, en su artículo Sexting: nuevas prácticas sexuales en la virtualidad, señala que el producir y distribuir fotos y videos de desnudos no es algo nuevo, ha existido desde la invención del cinematógrafo y posteriormente con las cámaras portátiles y digitales.
Lo diferente en el sexting es la facilidad con la que se puede crear un material visual y enviarse a través de un dispositivo móvil.
La ventaja/desventaja del sexting es su inmediatez.
Octavio Paz (1994), señala que el erotismo es una construcción personal y social que va cambiando de acuerdo a la moda y costumbres sociales.
“El erotismo cambia con los climas y las geografías, con las sociedades y la historia, con los individuos y los temperamentos. También con las ocasiones, el azar y la inspiración del momento.”
El sexting implica el erotismo llevado a la tecnología y lenguaje de los medios de comunicación actuales. Los incitantes mensajes se acompañan de emojis y audios, las fotografías y videos que retratan la desnudez del cuerpo humano ahora son vistos en pantallas de alta resolución, incluso pueden ser apreciados en tiempo real gracias a las videollamadas.
Por otra parte, comúnmente se sabe que el sexting puede convertirse en una práctica de riesgo, ya que estos contenidos pueden llegar a manos de alguien sin el consentimiento del propietario, o causar un enorme daño a su integridad al ser difundidas en internet. Y debido a las ideas conservadoras de que todo lo relacionado con el cuerpo se debe mantener oculto, las extorsiones psicológicas se vuelven más grandes por el miedo a la crítica social y la exhibición pública. Se chantajea con el descubrimiento del erotismo de una persona.
Por medio del sexting es muy fácil chantajear a una persona.
Galicia y González (2016) señalan que el internet, por sí solo, no implica un riesgo. La interacción que tenemos a través de éste lo puede convertir en una herramienta tanto positiva como destructiva, y estas interacciones están altamente influenciadas por la cultura.
“Si nuestra mirada hacia la sexualidad en internet es alarmista y moralista es porque nuestra sociedad la determina así.”
El sexting es una práctica sexual que debe llevarse a cabo sólo por mutuo acuerdo, no de manera impuesta o que se convierta en algo violento. A los adolescentes se les debe explicar las maneras seguras de realizarlo, y de la importancia de la generación de vínculos de respeto y confianza para lo que se comparte en la intimidad. Así mismo, se debe inculcar una cultura de denuncia y solidaridad para no reproducir el ciclo de violencia sexual que existe alrededor del sexting, y no convertir una práctica placentera en algo denigrante.
Fuentes
Arias, Valentina. (21 de noviembre, 2018), Sexting: nuevas prácticas sexuales en la virtualidad. Undiversidad. Recuperado el 29 de septiembre de 2019 de http://www.unidiversidad.com.ar/sexting-nuevas-practicas-sexuales-en-la-virtualidad
Fundación UNAM. (29 de agosto, 2017), Sexting, cuidado con tu intimidad. Fundación UNAM. Recuperado el 27 de septiembre de 2019 de http://www.fundacionunam.org.mx/unam-al-dia/sexting-cuidado-con-tu-intimidad/
Galicia y González. (29 de julio, 2016), 10 razones para realizar sexting. Animal Político. Recuperado el 29 de septiembre de 2019 de https://www.animalpolitico.com/blog-invitado/razones-para-sexting/
Paz, Octavio. (1994), La llama doble: amor y erotismo. México: Seix Barral.